Por Pablo Mattesz para Sostiene K
La muerte es siempre un hecho lamentable. La del fiscal Nisman no es la excepción.
El poder mediático empresarial (la oposición real) y sus serviles operadores disfrazados de políticos se frotan las manos desde hace unas horas.
Una acusación catalogada de endeble hasta por algunos analistas, juristas y hasta políticos opositores al gobierno iba a quedar hoy al descubierto. Una mano oculta (aún sin conocer los detalles del hecho en sí) que movía los hilos de la opereta política del verano y que desde nuestra Organización veníamos denunciando, debe tener alguna relación precisa con este suceso luctuoso
En modo alguno esto puede beneficiar a nuestro Gobierno. La Presidenta mandó a desclasificar todos los archivos de inteligencia relacionados con la investigación del atentado a la AMIA y las acusaciones que agitó hasta hace un momento el Fiscal de marras. La verdad se impondrá.
Hace rato que la carroña esperaba su muerto. Alguien se lo entregó.
Hay un pueblo que ya no come vidrios. Y menos si son molidos con martillos fabricados en el Norte; que, contradiciendo al gran Mario Benedetti, al menos en estos arrabales del mundo, ya no es el que ordena.
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