Década de 2000
Funcionario del gobierno de Néstor Kirchner
Al asumir en 2003, el presidente Néstor Kirchner convocó a D'Elía para hacerse cargo de la Subsecretaría de Tierras para el Hábitat Social, con funciones orientadas a promover la vivienda popular.
La toma de la comisaría 24ª
El 26 de junio de 2004, D'Elía y un grupo de piqueteros de la FTV tomaron las instalaciones de la comisaría 24ª del barrio porteño de La Boca, a consecuencia del crimen del dirigente comunitario Martín "El Oso" Cisneros. El entonces funcionario kirchnerista y sus seguidores justificaron la ocupación afirmando que el asesino de Cisneros contaba con protección policial. Durante la toma, que duró toda la madrugada, se produjeron múltiples destrozos y fue sustraído un cuadro del pintor boquense Benito Quinquela Martín que se encontraba en la seccional. La titular del Juzgado de Instrucción Nº 1, la jueza María Angélica Crotto, ordenó el inmediato desalojo de la comisaría, sin embargo los entonces Secretario y Sub-secretario de Seguridad Norberto Quantín y Juan José Campagnoli acordaron la salida de los manifestantes del lugar, medida que fue avalada por el juez federal Norberto Oyarbide. La magistrada denunció a los funcionarios por "desobediencia", pero el expediente fue cerrado en la justicia federal
El entonces comisario Cayetano Greco ratificó meses después ante la Justicia que el líder piquetero encabezaba la toma, y que "se le impidió recuperar la comisaría". También confirmó la veracidad de la denuncia penal que radicó una mujer embarazada, quien declaró haber quedado dentro de la seccional durante los incidentes junto a su esposo y un menor de edad, sin que le permitieran retirarse.
Polémica con Douglas Tompkins
En agosto de 2006, D´Elía viajó a la localidad de Concepción, en la Provincia de Corrientes, y provisto de una tenaza procedió a cortar el candado de una tranquera que marcaba el límite entre los campos del magnate norteamericano Douglas Tompkins y la ruta provincial Nº 6, acompañado por un grupo de baqueanos quienes denunciaron que Tompkins "los expropió". El dirigente piquetero juntó firmas entre legisladores de diversos partidos políticos para intentar expropiar al terrateniente norteamericano y a otros dueños de humedales en la provincia.
Justificando su accionar, sostuvo:
"Me tergiversan, yo fui a abrir una tranquera que estaba cortando un camino provincial y público. Pero más que discutir eso, deberíamos preguntarnos quién es este hombre. Creo que todos sabemos que los Estados Unidos están interesados en el agua".
Luis D'Elía[11]
Contramarcha a Juan Carlos Blumberg
El 31 de agosto de 2006, D'Elía organizó una contramarcha a la organizada por Juan Carlos Blumberg en reclamo de seguridad, donde acusaba a éste de ser apoyado por la derecha argentina para desestabilizar al gobierno. El Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel —quien también realizó ese día una contramarcha— acusó entonces a D'Elía de "especulador y arribista" por usar su contramarcha "en provecho propio y del Gobierno".
Posición en la causa AMIA
En noviembre de 2006 renunció a su cargo en el gobierno a pedido del presidente Kirchner, tras sostener que la acusación que en ese momento realizó la justicia argentina contra funcionarios iraníes en la causa del ataque terrorista a la AMIA realizado en 1994, se trataba de de una pista falsa introducida por los servicios secretos de Estados Unidos e Israel, sin otras pruebas que los informes de los propios servicios de inteligencia.
Por este motivo, en 2007, viajó a la República Islámica de Irán junto a otros miembros de su corriente política como el sacerdote católico Luis Farinello y Mario Cafiero, con el fin de entregarle una carta al presidente Mahmud Ahmadinejad, apoyando el derecho de Irán a la autodeterminación y de no injerencia en sus asuntos internos, firmada por diversas personalidades argentinas como el director de cine Fernando “Pino” Solanas y las presidentas de ambos sectores de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini y Nora Cortiñas, entre otros.
D'Elía declaró en ese momento que había que investigar a la derecha judía por la voladura de la mutual y que rechazaba "que los EE.UU. e Israel o la Mossad o la CIA nos digan a nosotros quiénes son los culpables, manoseando un expediente". Uno de los argumentos utilizados por D'Elía en apoyo de su posición, fue que si "Rabin fue asesinado por la derecha judía, ¿por qué no se puede hablar de esta hipótesis para la AMIA?".
En declaraciones a la prensa realizadas el 6 de marzo de 2007, Cafiero, D'Elía y Farinello presentaron un informe sobre la causa judicial, señalando que los testigos Hadi Roshanravani, Hamid Reza Eshagi y Abolghasem Mesbahi, utilizados por el fiscal para fundar su acusación, tenían pedido de captura de Interpol acusados de actos terroristas contra ciudadanos iraníes. Cafiero explicó que los testigos integraban un grupo terrorista que entre otras cosas asesinó al ex presidente Rajay y a un presidente de la Corte Suprema iraní, sosteniendo que EE. UU. había acordado con los terroristas su inmunidad, a cambio del testimonio presentado en la causa AMIA. En dicha conferencia de prensa D'Elía realizó comentarios generales sobre Irán y sostuvo que "queremos ver a quienes hicieron este horrible atentado pudrirse en la cárcel".
A raíz de sus denuncias públicas, la Agrupación de Familiares y Amigos de las víctimas del atentado a la AMIA solicitaron la citación como testigos de Cafiero, D'Elía y Farinello en la causa de la AMIA, admitida por el fiscal para el 8 de mayo de 2007, donde se limitaron a ratificar su posición pública contraria a la decisión de la justicia argentina de acusar a los funcionarios iraníes basándose solo en informes de inteligencia de la CIA, el Mossad y la SIDE. pero sin aportar pruebas concretas capaces de sostener una hipótesis alternativa, debido a lo cual el juez ratificó la orden de detención de los funcionarios iraníes acusados.
Sergio Widder, del Centro Simon Wiesenthal, señaló que las «declaraciones de D’Elía sobre el atentado a la AMIA son copia fiel de lo que argumentaba un neonazi argentino muy conocido», refiriendose a la teoría del auto-atentado sostenida por Norberto Ceresole varios años antes.
En enero de 2008, el jefe de gabinete Alberto Fernández, declaró que el gobierno quería reactivar el "Plan Arraigo", un plan de regularización de títulos de propiedad para ocupantes de tierras que estuvo a cargo de Luis D'Elía antes de su renuncia. La noticia fue relacionada con rumores sobre un eventual reingreso del dirigente de la CTA al gobierno. Dicha eventualidad fue cuestionada, entre otros, por el titular de la DAIA Aldo Donzis y el secretario General de la AMIA Edgardo Gorenberg, expresando este último que «quizás a alguien le sea útil esta designación, pero seguramente no le será útil al prestigio de nuestro país».
Incidentes durante el paro agropecuario patronal
Durante las primeras semanas del paro agropecuario patronal de 2008 contra la administración de Cristina Fernández de Kirchner, tras el discurso de la presidenta el 25 de marzo, manifestantes salieron a las calles con fuertes reclamos al Gobierno. En Buenos Aires, tras enterarse de estos sucesos Luis D'Elía encabezó una movilización de simpatizantes de la FTV, acompañando a otros grupos piqueteros oficialistas, como el Movimiento Evita y los Jóvenes K. Las columnas lideradas por D´Elía procedieron a desplazar a los caceroleros de la Plaza de Mayo, bajo la consigna de "La Plaza es nuestra". Se produjeron incidentes con algunos heridos y el mismo D´Elía golpeó a uno de los manifestantes, Alejandro Grahan, dirigente de Gualeguaychú conocido en su ciudad por participar en los piquetes del puente internacional que realiza la Asamblea de Gualeguaychú contra la pastera Botnia. D´Elía relató en un diario al día siguiente sobre el puñetazo:
El hombre se me pegó a la altura de Corrientes, se me pega él y me empieza a insultar. A agraviar él y una tipa con un tachito que les pega a los compañeros con el tachito. Y él, bueno, estuvo prácticamente una cuadra diciéndome cosas que mí me rejoden. Dos veces incluso lo muestran las cámaras por delante, y yo sigo caminando. Cuando llegué a la otra punta de Corrientes escuché el último insulto y se me salió la cadena y el di un mamporro. Es un maleducado y un atrevido.
–¿Qué le dijo cuando usted lo golpeó?
–En un momento, me dijo “Negro mercenario represor”, y la verdad es que le zampé un bollo porque me sentí reagraviado.
Por su parte, Grahan relató el hecho en el mismo medio de prensa:
[D´Elía] Entró como trotando, sin golpear pero asustando, amedrentando. Muchas personas desaparecieron, lógico, porque eran mayores y tenían chicos. Yo me quedé ahí. D’Elía pasaba al lado mío y me fui como acoplando a su marcha. Le pregunté si el permiso era suyo; si había trabajado para el Gobierno; que por qué nos teníamos que ir. El amagó a contestarme, pero siguió caminando adelante, yo le volví a repetir lo mismo, él no me decía nada y directamente reaccionó: me surtió un trompazo en la boca de costado, pero se ve que la sabe poner bien...
D'Elía denunció que el movimiento opositor tenia la intención de producir un golpe de Estado, y que ante ello el objetivo de su agrupación era "romper el golpe de Barrio Norte".
En la noche del 26 de marzo volvieron a sonar cacerolas en algunas ciudades del país, en rechazo a la política del gobierno. En esa oportunidad en la Plaza de Mayo ya no solo estaba alguna gente de la clase media-alta porteña sino que se sumaron diferentes organizaciones de izquierda y socialistas. Nuevamente no tardaron en llegar organizaciones políticas adeptas al gobierno y lideradas por Luis D'Elía, que ganaron la Plaza de Mayo en medio de agresiones cruzadas e incidentes con algunos manifestantes partidarios del lock-out patronal, quienes en su mayoría rápidamente abandonaron la plaza, temiendo la agudización de la violencia.
Los manifestantes que reclamaban en contra del gobierno se desplazaron a la Plaza de la República en el Obelisco porteño.
Al día siguiente, el 27 de marzo, D'Elía estuvo en el palco de invitados al acto en el que Cristina Fernández de Kirchner habló en la Plaza de Mayo.
Reportaje de Fernando Peña a D'Elía El 26 de marzo de 2008, el actor, humorista y conductor de radio Fernando Peña, se comunicó telefónicamente con D'Elía para realizarle un reportaje sobre los incidentes sucedidos en la Plaza de Mayo el día anterior. Peña inició su conversación de la siguiente manera:
Tenemos una nota de color, de color negro porque está Luis D'Elía del otro lado de la línea.
Fernando Peña.
D'Elía respondió:
¿Cómo le va sorete?...Odio a la puta oligarquía, odio a los blancos... (...) Tengo un odio visceral contra ustedes, el norte de la ciudad... sépanlo de mi boca. Ustedes piensan que la gente que me sigue a mí es pura basura, escoria humana... negra, fea, horrible. Somos kelpers en nuestro propio país...[...] Te odio Peña, odio tu plata, odio tu casa, tus coches, tu historia, odio a la gente como vos que defiende un país injusto e inequitativo [...] ¿Sabes con quien estás hablando?: Laferrere, asentamiento Tambo, manzana uno, lote tres[...] Ya lo decía Sarmiento en los albores de 1880: "No hay que ahorrar sangre de gauchos", o sea de negros. Nosotros somos bosta, caca, basura, para vos Peña y la lacra que es igual que vos[...] Odio a las clases altas argentinas que han hecho tanto daño, que han matado tanta gente, en nombre de una sola bandera que es la bandera de tu propia ganancia".
Luis D'Elía
Tras los dichos del líder del movimiento piquetero, Fernando Peña dirigió una carta abierta a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner , en la que se refirió a la respuesta de D'Elía:
Le cuento que todo empezó cuando llamé a la casa de D’Elía (...) Me saludó con un “¿qué hacés, sorete?” (...)Le quise recordar el día en el que en el cine Metro, cuando Lanata presentó su película Deuda, él me quiso dar la mano y fui yo quien se negó. Me negué, Cristina, porque yo no le doy la mano a gente que no está bien parada, no es mi estilo. Para mí, no estar bien parado es no ser consecuente, no ser fiel. Acepto contradicciones(...)pero no tolero a las personas que se cruzan de vereda por algunos pesos. No comparto las ganas de matar. El odio profundo y arraigado tampoco.(...). Cuando me cortó diciéndome: “Chau, querido…”, enseguida empezaron los llamados, primero de mis amigos que me advertían que me iban a mandar a matar(...)que es tremendamente peligroso. Entonces, por las dudas hablé con mi abogado.(...) Me contestó que no había nada qué hacer porque el jefe de D’Elía es el ministro del Interior! Entonces sentí un poco de miedo. ¿Es así Cristina? (...)[38]
En declaraciones a la radio FM Reporter 650 del 28 de marzo de 2008, D'Elía afirmó que sentía "un odio visceral" por la oligarquía argentina y los "blancos de Barrio Norte" y señaló en el país existía una profunda división social entre "blancos" y "negros". Estas manifestaciones generaron un amplio debate relacionado con el racismo y la injusticia social en la Argentina, con expresiones de crítica y apoyo, y en muchos casos con fuertes connotaciones racistas. Al día siguiente, la Juventud Radical denunció a D'Elía ante el INADI por discriminación racial contra una persona que fue tratada de "oligarca, blanca y de Barrio Norte".
Durante sus declaraciones a FM Reporter 650, D'Elía dijo también que "la oligarquía no tendría problema en matarnos, como hicieron tantas veces". La agencia DYN, dependiente del Grupo Clarín, sin embargo, modificó sus declaraciones y redactó un cable sosteniendo que D'Elía había dicho "no tengo problemas en matarlos a todos". A pesar de que la falsedad de las declaraciones atribuídas por DYN a D'Elía, fue inmediatamente denunciada por la propia radio en la que el dirigente de la CTA realizó sus declaraciones, las mismas fueron ampliamente difundidas en todos los medios de comunicación y dadas por ciertas.
Enfrentamiento con el Grupo Clarín
El día miércoles 9 de abril de 2008, D'Elía fue invitado al programa A dos voces, de la señal de cable Todo Noticias (TN) -conducido por los periodistas Marcelo Bonelli y Gustavo Sylvestre- en el cual mantuvo un tenso debate con los mismos, con la presencia del diputado de la Coalición Cívica, Fernando Iglesias (quien no intervino durante la discusión). El dirigente lanzó duras acusaciones al Grupo Clarín, haciendose eco de denuncias anteriores de la Universidad Nacional de Buenos Aires, de León Rozitchner, y de varios intelectuales independientes al gobierno que habian manifestado su inquietud por la manipulación de información de los días del Paro patronal agropecuario, lo cual originaría la intervención de un "Observatorio contra la discriminación en los medios". La solicitud a ese observatorio se refiere a los presuntos casos de discriminación informativa que hubo durante el cierre patronal. Días atrás, la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa), manifestó su preocupación por la medida en un comunicado, en el cual expresó que la prensa argentina "da muestras de una riqueza plural de opiniones", por lo que aseguró: "No entendemos por qué el Gobierno desea intervenir en cuestiones que solo le competen a la sociedad civil".
Al margen del debate sobre la existencia de multimedios que monopolizan la difusión de la información en el país y las consecuencias que se originan de ello, estas acusaciones se dieron —en particular— en el marco de críticas por parte del oficialismo contra el principal multimedio de prensa de la Argentina.
Denuncia sobre un virtual golpe de Estado contra Cristina Fernández
El 16 de junio de 2008, Luis D'Elía, en declaraciones a la AM Radio Provincia, afirmó que se estaba gestando un intento de derrocamiento del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, acusando al ex-presidente Eduardo Duhalde de ser el jefe de una conspiración cuyo plan es "un claro intento de golpe de Estado económico".
"Quieren desestabilizar la democracia y generar las condiciones para la destitución de Cristina Fernández, porque lo que quieren es que ella se vaya" [...] Duhalde organizó el golpe contra De la Rúa y hoy está organizando el golpe contra Kirchner. Veremos si él nos logra desestabilizar y sacarnos, o si de una vez por todas terminamos poniéndole las esposas para que esté donde tiene que estar".
Luis D'Elía
El dirigente ultrakirchnerista sostuvo que "no hay que descartar un enfrentamiento civil porque estos tipos quieren imponer su voluntad como sea". D'Elía recordó en ese sentido que el ex presidente "armó los saqueos en el conurbano" y después "logró que la Justicia no actuara en su contra". "Nosotros no somos De la Rúa y esta disputa la vamos a dar en la calle, en cada lugar de la Argentina. Como la guerra es abierta y total, van a ser muy difíciles los tiempos que vienen", señaló.
Esa misma tarde, el líder piquetero brindó una conferencia de prensa en el barrio porteño de Once, en la que ratificó y amplió su denuncia, acusando de acompañar la supuesta conspiración al Grupo Clarín y a los jefes de las organizaciones patronales agropecuarias que encabezaron el lock-out patronal agropecuario, generando polémica su invocación al Artículo 21 de la Constitución Argentina —que autoriza a los habitantes a armarse en defensa de la Patria y de la Constitución—. Al mismo tiempo convocó al acto oficialista realizado el 18 de junio en Plaza de Mayo:
"Con Eduardo Duhalde a la cabeza están el Grupo Clarín y los cuatro jefes del campo en una actitud sediciosa, golpista. Convocamos al pueblo argentino al miércoles que viene romper con el golpe de Estado. Le pedimos a todos los argentinos bien intencionados y bien paridos que vengan a la Plaza de Mayo a defender la democracia y las instituciones y al gobierno nacional y popular electo hace seis meses por ocho millones de argentinos. Ninguno quiere la violencia, simplemente nos hacemos cargo de lo que establece el artículo 21 de la Constitución Nacional".
Luis D'Elía
Horas más tarde Duhalde respondió a las acusaciones de D'Elía con un comunicado, difundido por su vocero, el periodista Luis Verdi:
"El ex presidente Eduardo Duhalde no responderá a las agresiones, pues ello sólo serviría a los fines de quienes pretenden generar una escalada de violencia y el peor favor que podemos hacerles a nuestra democracia y a nuestras instituciones es entrar en el juego de la provocación" [...] El doctor Duhalde ha reclamado desde un principio la apertura del diálogo y la resolución en paz de este problema que afecta a todos los sectores de la producción y del trabajo. Y sostiene que sólo los que actúan con las categorías de la guerra pueden creer que el triunfo deviene por la eliminación del que piensa diferente".
Por su gravedad, la denuncia de D'Elía motivó varias presentaciones judiciales. El abogado Ricardo Monner Sans solicitó que se investigue si sus dichos son ciertos, mediante un escrito que quedó radicado ante el Juzgado Federal Nº 2, a cargo del juez Jorge Ballestero. Monner Sans también reclamó que el dirigente informe «sobre el conocimiento que también manifiesta tener, en punto a quién o quiénes serían los jefes de la conspiración».
«La gravedad de las afirmaciones que provienen de quien ha sido funcionario del Poder Ejecutivo Nacional y de quien goza de permanente apoyo oficial obligan a no distraerse. Es menester escucharlo para tomar las providencias pertinentes de investigación y reprimir (uno a cuatro años de prisión) a quienes D’Elía señale. Estamos en el área de los atentados al orden constitucional y a la vida democrática», afirma el escrito.
No obstante, la denuncia deja abierta la posibilidad de que «D’Elía no estuviere diciendo una verdad», con lo cual «estaría él incurriendo en el delito de intimidación pública. Infundiría un temor público al propiciar que, con base en el Artículo 21 de la Constitución Nacional, se tomen armas para defender a la Patria y a la Constitución». «Por una u otra razón, cabe escucharlo con rapidez compatible con la gravedad del tema», resume.
El abogado Alejandro Sánchez Kalbermatten radicó una denuncia penal en contra del dirigente ante el Juzgado Federal Nº 3, a cargo del juez Daniel Rafecas, bajo el número 9135/08, por su mencionada invocación al Artículo 21 de la Constitución Nacional
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