domingo, 28 de febrero de 2016

Klarín del domingo Ojo! A no confudir, éste es el que dice la verdad.


                                                           AJUSTICIADOS 
                                         por Pablo Mattesz

Sobran las marcas en la historia argentina de los últimos cuarenta años, en las que resulta fácilmente rastreable el grado de complicidad mafiosa entre poder económico, político, mediático y judicial. Uno de los más grandes méritos culturales que ostenta el kirchnerismo es haber desnudado hasta el cansancio esa trama, ese todo que funciona unívocamente a la hora de defender intereses de clase. Por supuesto que para ello cuentan con un grado aún alarmante de ignorancia social, falta de conciencia de clase y odio al diferente, liso y llano. Todos estos resortes cimentados en el poder siniestro de penetración de los medios.

No obstante, el gobierno que ejerció el poder político entre los años 2003 y 2015 logró conformar una masa crítica y militante que, hoy por hoy, es el gran escollo que deberán enfrentar estos poderes totalitarios.

Conocedores del liderazgo político contundente de Cristina, del amor inédito de su pueblo demostrado en las calles en el final de su mandato, apuntan todos sus cañones a ella. Para ello cuentan con hombres dentro de la ¿Justicia? que no temen mancharse de mugre porque es su hábitat, su alimento, su sustento. Tipos como Bonadío (no abundaré acá, basta con un par de clicks para conocer sus antecedentes que hasta incluyen asesinatos) o Sáenz (vinculadísimo a Clarín, contrario al levantamiento de las leyes de impunidad para los represores y organizador de la marcha del 18 F) encabezan la cruzada judicial en busca de la libertad de la ex Presidenta.

Bonadío se hace eco de una de denuncia de integrantes del actual gobierno, campeón del mundo en devaluación salvaje, por una acción de gobierno común en defensa de una determinada acción ejecutiva. Al respecto, el ex Ministro Axel Kicilloff afirma que “La causa no tiene pies ni cabeza. Es un tema complejo para la gente el de los futuros, pero siempre se intervino en ese mercado, siempre en el marco de mantener la estabilidad de la política monetaria. En los extremos, es decir, en los valores por fuera de la pauta que establece el Central, siempre cualquier intervención está fuera del mercado. Es parte de la política cambiaria”.

Y agrega, “Es mentira que se vendía con una tasa cero de devaluación. Los contratos establecían una pauta de entre 20 y 30 por ciento. Pero este gobierno ya lleva un aumento del dólar del 60 por ciento. El tema es que la devaluación no sólo afectó a los contratos a futuro, sino a todos los bienes y servicios de la Argentina. Ellos devaluaron y nos quieren echar la culpa. Fue una transferencia fenomenal de recursos hacia los sectores concentrados de la economía”.

Con respecto al accionar del desprestigiado magistrado propiamente dicho, Kicillof apunta que “El juez Bonadio actúa como instrumento de Macri. El objetivo es disciplinar mediante presentaciones judiciales a los que no pueden comprar de cara a la apertura de las sesiones en el Congreso. Si no te puedo comprar, te procesamos. Bonadio es uno de los miembros más emblemáticos del partido judicial y es utilizado como instrumento de presión. Es el que mandó a allanar las oficinas de Río Gallego de Máximo Kirchner en una causa inventada y el que fue desplazado de la causa Hotesur. Macri lo manda a hacer esto. Son provocaciones. No nos van a intimidar. Creo, si considera que alguien se benefició, debería el juez Bonadio citar en privado a todas las empresas que se favorecieron supuestamente con la operatoria”.

En el mismo sentido, el fiscal antes mencionado Sáenz, quien sin haber visto una sola de las actuaciones por no tener acceso a la causa, había afirmado que la muerte de Nisman se trataba de un asesinato a horas de producido, ahora, en consonancia con la querella de la jueza Arroyo Salgado, ex mujer del malogrado fiscal de la causa AMIA, vuelve a hacerlo. El periodista Raúl Kolman, muy al tanto de la causa por seguirla desde el primer momento, luego de leer los fundamentos de Sáenz, afirma que el fiscal hizo un burdo “copio y pego” de la presentación de los peritos de la querella.

Cabe señalar que Clarín y sus satélites (casi todos los medios desde la instauración del Disney show macrista) se hicieron eco furioso de este informe del fiscal, cuando dos semanas atrás, ignoraron olímpicamente el dictamen de la jueza Palmagini, al frente de la causa, quien afirmó que no había un solo elemento, hasta el momento, que indique que la muerte de Nisman no haya sido un suicidio.

Recordemos por las dudas que, Palmagini, de kirchnerista, cero, ¿eh? Aparecieron en su momento algunos tweets de la misma insultando con una grosería indigna de sus fueros a Cristina. Es decir que, tendenciosa en favor del ex gobierno, en absoluto.

Agreguemos que horas atrás, Larrata millonaria que le debe a colegas que dejó en banda al fundir el diario Crítica, declarándose ante la ¿justicia? insolvente, pidió desde Harvard (qué paquetería) que Cristina debería estar presa, ya que entre otras cosas, el electorado de los globos de gas humano votó eso. ¿Qué tal?

Provocan. Mucho. Todo el tiempo. Pero no miden consecuencias. Inventarle causas y muertos a Cristina nos puede llevar a un callejón sin salida. A ellos y a nosotros.

El pueblo no le va soltar la mano a su líder. La memoria del Estado presente, benefactor, protector que Néstor y Cristina recuperaron, está fresquita. Ya las redes sociales se inundaron de solidaridad. Tensan la cuerda creyendo que está sola. Creen que todos somos globoludos. O Bo$$io.

Si la citan nos citan a todos. Y si están dispuestos a ajusticiarla, seremos ajusticiados con ella.
 
 

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