martes, 26 de agosto de 2014

PIEDRA LIBRE, JULIO (por Pablo Mattesz)

Naciendo siempre y más que nunca, el niño que habitó el cuerpo de un hombre muy alto en todo sentido, ese maestro que nos supo enseñar hasta el supuesto final de sus días, que siempre están llegando, que nada hay más serio que jugar como pibitos.
Sólo se fue para que lo sigamos encontrando: piedra libre Julio en esos dos que hacen el amor... Pica Cortázar en ese acto de justicia... Julio estás atrás de ese grito indignado contra la costumbre... Esa trompeta esconde a Julio en todo su meloso arrastre de blues trasnochado... Piedra libre Oliveira histeriqueando a esa chica que empieza a enamorarse... Latinoamérica unida desborda de sueños cortazarianos...
Pero bueno, tu gran juego fue la Rayuela, así que algo de eso nos debemos en esta noche húmeda, fría y porteña que te lleva puesto, como vos decías llevar a esta tu ciudad de sombras, tangos, poetas y pizzerías.
Algunas frases de tu juego con o sin tablero que nunca envejece:
"Cada vez iré sintiendo menos y recordando más, pero qué es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos, un diccionario de caras y días y perfumes que vuelven como los verbos y los adjetivos en el discurso."
"Sólo viviendo absurdamente se podría romper alguna vez este absurdo infinito."
"La vida, como un comentario de otra cosa que no alcanzamos, y que está ahí al alcance del salto que no damos."
"Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio."

No hay comentarios:

Publicar un comentario